Puesto 96. Ahora toca algo original, gracioso y con algún
toque español. ¿Qué tipo de música pondríais a una fase en la que vas montado
encima de un mosquito y tienes que cargarte hordas de moscas cojoneras? Pues
esta, Rayman Origins y la canción se llama Kazoo. Me encanta.
En el 97 tenemos otro tema de jefe fin de fase o boss. La
primera vez que lo escuche me quedé atontado en vez de dedicarme a matar al
jefe en cuestión y así me lució el pelo, claro. Esa sensación de enfrentarte a
un ingenio-mecánico-transformer mientras sonaba esta música me dejó absorto.
Corresponde al grandioso matamarcianos de Square (cuando molaba) Einhänder y el
tema se llama Shudder.
En esta ocasión y como amante del entretenimiento digital,
me dispongo a resaltar una de sus facetas menos reconocidas pero que si nos
fijamos un poquito (con el oído) nos puede impactar tanto o más que lo que
normalmente nos entra por los ojos.
La música, eso que muchos piensan que es de relleno, en
ocasiones es algo más, un estímulo, una sensación o incluso un sentimiento.
La lista de 100 que poco a poco iré descubriendo son temas
que, personalmente, me merecen un toque de atención.
Este primera canción (el 100) corresponde al Ghost Recon:
Future Soldier hecha por Hybrid llamado Peshawar. Sobre todo me encanta el
toque arabesco de la melodía principal. Todo un acierto en la temática.
En tu
lágrima mece viento feroz
del
que surge, amapola, tenue luz
Dormitas
con seda imaginaria
embocada
a sueño pálido,
palpitando
llega a puerto el grito
de una
gota aria.
Su
plenilunio zozobra entre piel y carne
hacia
riscos imprudentes.
Enferma,
roza la brisa del estruendo,
en su novena
cortesía caduca,
brinda
como galán de cuento frío
sus
alas entre muros y salientes.
Liberas
llamas, gime un corazón.
Concordia agitada de una muerta razón.
sábado, 26 de mayo de 2012
La esquina de HIlario
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La esquina de Hilario: The Darkness 2 (PS3)
Dos días. Una de las mayores lacras de la nueva generación,
el tiempo. Dos días me ha durado este juego basado en una exitosa serie de
comics de Top-Cow que lleva el mismo nombre.
El juego nos pone en la piel de Jackie Estacado, hijo de un
gran mafioso de la ciudad que tiene que cuidar de la familia tras ser su
padre asesinado. Pero pronto todo se vuelve del revés cuando la oscuridad se
apodera de él y lo maneja a su antojo convirtiendose en un parásito dentro de
su cuerpo, aunque por suerte para Jackie consigue controlarla hasta que...todo
explota.
Género shooter en primera persona es la manera de reflejar
la historia. El protagonista no sólo puede disponer de armas de fuego
(ametralladores de varios tipos, pistolas, escopetas…) sino que además tiene
dos apéndices que salen de su espalda con forma de gusanos sacados del jodido
infierno. Gracias a esto la variedad de acciones se multiplica. Estos gusanos
no sólo golpean o lanzan objetos que puedes ir recogiendo por los escenarios
sino que también ejecutan (momentos ultragores) a los enemigos de varias formas y colores,
desde atravesarles el pecho a lo Alien como partirlos por la mitad tirando de
ambas piernas.
Aparte hay un elenco de poderes oscuros de los que se puede
hacer gala y también te acompañará un gracioso compañero que te ayudará en
situaciones un tanto difíciles (controlable en ciertos momentos). Jugablemente
está conseguido, aunque si es verdad que la dificultad no es nada del otro
mundo….te lo harán pasar peor las típicas oleadas de enemigos que salen por
todas partes antes que los jefes finales (que por cierto son cuatro contados)
El cell-shading impera en la estética y no le queda mal
del todo pero se muestra algo vacío en algunas fases, nada digno de mención a
nivel general.
A nivel sonoro tampoco destaca sobremanera. La música pasa
desapercibida con tanto disparo y grito pero los efectos son contundentes y
apropiados al igual que el doblaje (integramente en español)…los diálogos
merecen mención aparte ya que a veces su naturalidad te harán soltar una
buena risotada.
El argumento es bastante lineal y aunque hay un par de giros
interesantes no quita que se den por hecho ciertas conjeturas anticipadas y
previsibles.
En conclusión, no es un mal juego, entretenido y lleno de
acción pero su duración lo condena a ser carne de cañón en las estanterías de
juegos usados.
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