En tu
lágrima mece viento feroz
del
que surge, amapola, tenue luz
Dormitas
con seda imaginaria
embocada
a sueño pálido,
palpitando
llega a puerto el grito
de una
gota aria.
Su
plenilunio zozobra entre piel y carne
hacia
riscos imprudentes.
Enferma,
roza la brisa del estruendo,
en su novena
cortesía caduca,
brinda
como galán de cuento frío
sus
alas entre muros y salientes.
Liberas
llamas, gime un corazón.
Concordia agitada de una muerta razón.
1 comentarios:
¡¡Ole mi niño!!
Muy chulo ;)
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